A la hora de decidir qué zapatillas de running comprar, es importante que tengas en cuenta tu tipo de pisada. En ese momento, los conceptos de pronación y supinación suelen aparecer en el debate. Pero, ¿qué significan exactamente estas dos palabras que pueden sonar intimidantes?
Definición de pronación y supinación En pocas palabras, la pronación puede definirse como el ángulo que se forma entre la tibia y el pie del corredor. "Pronación" es también un término que describe el movimiento del pie cuando entra en contacto con el suelo y rota hacia dentro. La supinación, por otro lado, hace referencia a la rotación externa del pie al entrar en contacto con el suelo. La pronación y la supinación no son malas por definición, y no hay ningún motivo para pensar que se tienen que corregir de forma sistemática. Estos movimientos de rotación son naturales y se deben a la flexibilidad del tobillo. Además, son necesarios para proporcionar la fluidez de pisada necesaria en el momento en que el pie entra en contacto con el suelo.
Los distintos grados de la pronación
Todos tenemos una forma particular de correr, que viene determinada por nuestras características corporales, el nivel de habilidad y el historial de lesiones. Asimismo, todos presentamos distintos grados de pronación.
Cuando ejecutas una pisada, el grado de pronación va cambiando en cada fase, pero a efectos comparativos, podemos medir el ángulo cuando el pie esté plano:
- Ángulo superior a los 10˚: el pie presenta una pronación muy pronunciada.
- Ángulo interior entre 7˚ y 10˚: el pie presenta pronación.
- Ángulo interior entre 1˚ and 7˚: el pie se considera neutro. La mayoría de los corredores están en esta categoría.
- Ángulo exterior entre -3˚ y 0˚: el pie presenta un inicio de supinación.
- Ángulo exterior superior a los -3˚: el pie presenta una supinación muy pronunciada.
Con independencia del grado de pronación o supinación, no recomendamos corregir el movimiento natural, a no ser que un especialista en medicina deportiva haya diagnosticado una relación causal relativa a la aparición de lesiones.
El grado de pronación también variará a lo largo de la carrera y suele incrementar a medida que, con la acumulación de cansancio, el arco plantar tiende a aplanarse y la flexión del tobillo se intensifica.
Así que, si bien es útil saber qué tipo de pisada presentas, no es buena idea que te definas un grado específico de pronación.
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Cómo identificar si tiendes a la pronación, la pisada neutra o la supinación
Si quieres analizar tu pisada, lo primero que tienes que hacer es grabarte desde atrás corriendo en la cinta. Lo puedes hacer perfectamente con un teléfono. Grábate a cámara lenta mientras corres y capturarás los movimientos con el detalle que necesitas. De hecho, esto es lo que hacen la mayoría de las tiendas especializadas en running.
Otro indicador importante son las suelas de tus zapatillas de running (Para mujer | Para hombre). Si la zapatilla está más desgastada por la parte interior de la suela, tiendes a la pronación. Si, por el contrario, el desgaste es mayor en la parte exterior de la suela, tiendes a la supinación.
¿No te lesionas? ¡Ningún problema!
Muchos corredores tratan de corregir su pronación o supinación con la ayuda de zapatillas que tengan refuerzos en la parte interior del pie, o llevando plantillas o aparatos ortopédicos a medida.
Sin embargo, si tu forma de correr no te provoca lesiones, entonces no tienes por qué corregir tu pisada natural. Es más, al tratar de modificar la mecánica natural del cuerpo, la musculatura se verá forzada a adaptarse a los cambios y a menudo sufrirá nuevos puntos de presión peligrosos.
No nos cansaremos de insistir en ello: corrige tu pisada solo si te lo aconseja un especialista en medicina deportiva.
Cómo elegir unas zapatillas de running para pronadores y supinadores
Hoy, la mayoría de las zapatillas de running son neutras o universales. Esta categoría de zapatillas funciona muy bien para un gran número de corredores.
¿Presentas un grado de pronación o supinación alto y sufres lesiones periódicamente? Un especialista en medicina deportiva puede indicarte qué tipo de modelo de calzado deberías llevar y aconsejarte que te hagas plantillas personalizadas.
Sea cual sea tu caso, no bases la elección únicamente en la tendencia a la pronación o la supinación de tu pisada. Ten en cuenta otros criterios, como el drop, la amortiguación y tus sensaciones. Si quieres más información, te recomendamos el siguiente artículo: Cómo elegir unas zapatillas de running.
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