El esquí de backcountry se está popularizando cada vez más y por una buena razón: es una forma fantástica de acercarse a la naturaleza mientras recorres maravillosos paisajes de montaña a tu ritmo, con la gran recompensa que supone esquiar o hacer snowboard sobre nieve intacta.
Independientemente de si prefieres los esquís de touring, una tabla de splitboard o unos esquís de touring de la modalidad nórdica, es necesario formarse en lo relativo a la seguridad frente a avalanchas y equiparse con algunos elementos básicos de protección, como un transceptor, una pala y una sonda.
Transceptor para avalanchas
Un transceptor para avalanchas es un dispositivo electrónico lo suficientemente pequeño para agarrarse cómodamente con una mano, que transmite continuamente una señal de radio. Cuando se activa su modo de “búsqueda”, recibe la señal que se envía y facilita que los buscadores puedan localizarlo. Transmisión + Recepción = Transceptor.
Nota importante: Es bastante común que a los transceptores se les llame “balizas”. Por tanto, al emplear este término es importante diferenciar entre una baliza PLB (que suele transmitir una señal de ayuda [SOS] sin recibir señales) y una baliza de avalanchas (que transmite y recibe señales).
Si la persona que lleva el transceptor se encuentra enterrada bajo la nieve, el resto del grupo puede activar el modo “búsqueda” de sus transceptores y seguir la señal de la víctima hasta un punto desde el cual puedan tratar de encontrar la ubicación exacta de esta. A continuación, vendría la fase de excavación para sacarla.
Todos los transceptores de avalancha, independientemente de quien los fabrique, trabajan en la misma frecuencia 457 kHz, así que son compatibles aunque la marca o el modelo sean diferentes.
Al buscar a una víctima, la rapidez es fundamental. Y, aunque la señal básica es la misma para todos los transceptores, hay muchas funciones disponibles que pueden hacer que el dispositivo sea más rápido y eficiente.
- Transceptores de tres antenas: este tipo de transceptores incrementan de forma notable la rapidez y la eficiencia de la búsqueda porque tienen un indicador direccional que apunta al objetivo. Además, el número de picos (o lecturas falsas ocasionales) se ve ampliamente reducido, incluso eliminado. La mayoría de los transceptores nuevos del mercado suelen incorporar tres antenas.
- Búsqueda de varias víctimas: en caso de avalancha, es posible que haya más de una víctima. Hoy en día, muchos transceptores incluyen un modo de “búsqueda de varias víctimas” que permite concentrarse primero en una, marcar su ubicación y, a continuación, buscar a la siguiente.
- Reversión automática para enviar la señal: no es extraño que se desencadene una segunda avalancha sobre el equipo de búsqueda cuando estén tratando de encontrar a las víctimas. Los transceptores con esta función se revertirán de forma automática al modo de envío de señal si el dispositivo permanece estático durante cierto periodo de tiempo. Otros modelos se revierten al modo de envío si no se exponen a la luz.
- Comprobación del grupo: esta función comprueba que todos los transceptores del grupo funcionan antes de salir. Limitará el rango de búsqueda a uno o dos metros para evitar que el dispositivo “se confunda” al haber varias señales muy cerca.
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Otro factor importante a tener en cuenta es dónde llevar la baliza. La mayoría de fabricantes de balizas las comercializan con un arnés que se cuelga en el hombro y alrededor de la cintura. En caso de avalancha, la tira de la cintura puede soltarse para que la baliza pueda separarse del cuerpo, y así facilitar su uso mientras se busca, al tiempo que permanece vinculada a tu cuerpo gracias a la tira del hombro. Es buena idea llevar el transceptor sobre la capa base, para no tener que ponértela o quitártela cuando te deshagas de capas o añadas más. Consulta más información sobre cómo vestirte con el sistema de tres capas.
Dicho esto, algunos esquiadores prefieren llevar transceptores en otros sitios, como en un bolsillo tipo cargo en la pierna o en otro bolsillo en la cintura. Si lo haces, asegúrate de que el bolsillo está bien reforzado con una buena cremallera y que la baliza esté unida a un punto de anclaje resistente de la ropa o el cuerpo mediante una malla resistente.
Una de las razones por las que la gente decide llevar su transceptor en un bolsillo del pantalón es que cualquier otro dispositivo que lleves, ya sea un móvil o una GoPro, puede interferir con la señal del transceptor. Por tanto, es mejor mantener los dispositivos lo más lejos posible del transceptor.
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Trata de crearte una rutina que te haga interiorizar el gesto de encender el transceptor antes de poner un pie en la montaña. Una buena forma de hacerlo es encenderlo y comprobar el nivel de batería cuando te pones la ropa para esquiar. Puedes desactivarlo cuando quieras una vez estés en terreno seguro, pero comprueba siempre que está desactivado cuando te quites la ropa. Muchos esquiadores llevan balizas cuando salen a esquiar, ya sea en la estación de esquí o fuera de pista. De esta forma, llevar el transceptor se convierte en un acto tan cotidiano como el de ponerse los pantalones de esquí.
Otra buena idea es llevar baterías adicionales. Incluso si compruebas el nivel de batería del transceptor cada vez que lo enciendes, puede que tus compañeros de esquí no sean tan previsores, y que la vida que esas baterías adicionales acaben salvando sea la tuya.
Sonda para avalanchas
Una sonda para avalanchas es una especie de palo plegable que se utiliza para localizar dónde está una víctima que haya quedado enterrada bajo una superficie de nieve. Una vez que encuentras a la persona con tu transceptor, la sonda te ayudará a detectar exactamente dónde está enterrada.
Las sondas suelen tener longitudes diferentes, generalmente entre 200 y más de 300 cm. Las más cortas son más ligeras y ocupan menos en la mochila, pero, obviamente, no penetran tan profundamente en la nieve acumulada. Nunca se sabe cuándo puede producirse una avalancha y con cuánta profundidad puede estar enterrado un compañero, por lo que, probablemente, un poco de peso adicional en la mochila merezca la pena a la hora de salvar la vida de alguien. Si esquías en un lugar que suele tener acumulación de nieve, elige una sonda que, al menos, tenga una longitud de tres metros.
Las sondas suelen hacerse de carbono o de aluminio. Las de carbono son más caras, pero a muchos esquiadores les gustan porque son más ligeras que el aluminio. Por su parte, las de aluminio pesan un poco más, pero son más asequibles y mejores a la hora de penetrar en los restos endurecidos de la avalancha.
Casi todas las sondas cuentan con una función de montaje rápido y, al igual que pasa con el resto de tu equipamiento de avalanchas, es importante practicar usándola en la nieve con los guantes puestos, con la idea de familiarizarte con el proceso antes de que tengas que hacerlo en una emergencia. Poder preparar tu sonda rápidamente cuando la necesitas es fundamental.
Algunos bastones de esquí se convierten en sondas para avalanchas, pero no los recomendamos. Un bastón dedicado únicamente a ayudarte en las avalanchas será más rápido, fuerte y fácil de usar; y todo ello puede salvar la vida de una víctima en caso de avalancha.
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Pala para avalanchas
Cuando una avalancha deja de moverse, la consistencia de la nieve pasa a parecerse a la del hormigón. Por tanto, es fundamental llevar una pala de metal para avalanchas que esté específicamente diseñada para este tipo de rescate. Las de aluminio son ligeras y considerablemente más fuertes que las de plástico; en particular, las de plástico quedan obsoletas para cumplir esta misión.
Las palas, como los esquís, están disponibles en muchos tamaños y es importante elegir el que mejor vaya contigo. En concreto, debería ser lo suficientemente pequeña para caber en tu mochila de esquí, pero lo suficientemente grande para permitirte mover mucha nieve en un periodo corto de tiempo.
La pala debería tener un mango extensible para cavar de forma más eficiente. Algunos modelos incorporan mangos que convierten la pala en azada, algo que resulta muy útil cuando dos personas cavan. De esta forma, una puede picar y cavar, mientras la otra usa la azada para limpiar de nieve la zona en la que se está cavando.
Tu cerebro
Sin duda, es el elemento de equipamiento más importante en el esquí de backcountry, y recomendamos que nunca salgas sin él. Antes de poner un pie en la montaña, fórmate en lo relativo a la seguridad en caso de avalancha, y mantente al día durante todo el tiempo que esquíes. Así, estarás tomando el tipo de decisiones inteligentes que, en esta modalidad de esquí, podrá ayudaros a ti y a tus compañeros a evitar posibles avalanchas. No dudes en contratar a un guía para que te enseñe todo lo que necesitas saber sobre el tema, además de cómo usar tu equipamiento.
Comprueba las condiciones climáticas relativas a avalanchas en tu zona cuando planees el itinerario del día. Estudia el terreno en el que vas a esquiar, identifica cómo será la nieve, busca pruebas de los efectos del viento en la nieve, mantente alerta con los desprendimientos en cuestas y picos cercanos y no dudes en cavar un pozo para comprobarlo.
Si vas en grupo y el entorno no te da buena espina, transmite tu preocupación y hablad del tema, incluso si un guía de montaña o un esquiador de backcountry con mucha más experiencia te han dicho que es seguro.
Por último, practica, practica y practica. Así, sabrás con total seguridad cómo usar sobre el terreno el transceptor, la pala y la sonda con los guantes puestos. Practicar con el transceptor puede acabar siendo hasta divertido y puedes hacerlo donde quiera que haya nieve y más de una persona con este dispositivo.
Con el equipamiento adecuado, una buena formación sobre seguridad en la nieve y el infalible sentido común, tienes por delante muchos años de aventuras en la montaña durante el invierno, disfrutando de kilómetros de magnífica nieve intacta. Y si quieres más consejos, te animamos a aprender del esquiador profesional, Chris Rubens, y del guía de esquí y esquiador profesional, Greg Hill en el vídeo en el que explican cómo usar la baliza, la pala y la sonda.
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