En 2019, Courtney Dauwalter —reconocida por muchos como la mejor ultrarunner del planeta— ganó la carrera UTMB de Chamonix en 24 horas y 34 minutos. ¡Eso sí que es una carrera larga! Pero su última victoria de ultrarunning en el Big’s Backyard Ultra hace que el UTMB parezca una pequeña vuelta por el barrio.
Irónicamente, dar una vuelta al barrio es todo lo que se necesita en el Big’s Backyard de Bell Buckle, Tennessee. Básicamente, es lo que se hace en los días que dura la competición. Consiste en que los corredores completen una vuelta de 6,7 km cada hora, hasta que solo quede uno en marcha. Dauwalter ganó la edición estadounidense de la carrera al completar 68 vueltas (455,9 kilómetros), o lo que es lo mismo, después de correr una vuelta por hora, hasta llegar a 68 horas.
La carrera va alternando entre la vuelta de trail mientras hay luz y la vuelta por carretera cuando cae la noche. Por lo demás, no tiene mucha complicación. El objetivo es seguir en marcha cuando suene el cencerro que indica el comienzo de la siguiente vuelta. Courtney es la segunda mujer en ganar la carrera y acabó segunda en 2018.
Imaginamos que a Courtney no le apetecería hablarnos del propio terreno, tras no haberlo perdido de vista en 68 horas, así que le preguntamos sobre otras cosas igualmente importantes (alucinaciones que ha experimentado, cuánta comida ingería, qué canciones se cantaba a sí misma…). Y esto es lo que nos contó, por si te estás planteando correr 68 horas.
Calzado elegido
“De día, durante las vueltas de trail, llevaba el calzado de trail running Salomon Sense Ride 3 y las Ultra Pro. Para las vueltas por carretera cuando se hacía de noche, elegía la zapatilla de running de asfalto Salomon Predict Ra”.
Calorías totales consumidas durante la carrera
“¡No tengo ni idea! Comía Tailwind y Honey Stinger mientras seguía en marcha. Entre vuelta y vuelta, tomaba toda clase de refrigerios: pizza fría, perogies (un clásico de la cocina polaca), puré de patatas, guarnición y patatas, y hamburguesas con queso de McDonald’s. Todo un goteo de calorías que traté de seguir consumiendo sin parar”.
Número total de horas de sueño
“Apenas dormí 4 o 5 horas durante las 68 que duró la carrera. En la segunda y tercera noche, dormía de 8 a 10 minutos por vuelta. Durante el día, aprovechaba el tiempo entre vueltas para estirar o hacerme masajes en las piernas”.
Canciones que sonaban en mi cabeza
“Antes de la carrera solía escuchar ‘Don’t Stop Me Now’ y la tenía en la cabeza las 24 horas del día”.
¿Alguna que otra alucinación?
“¡Por supuesto! En mis alucinaciones aparecían muchos animales y personas. Lo más raro fue ver a un Mickey Mouse gigante en una pista de circo lanzando camisetas a la multitud. Recuerdo querer que me lanzara una mientras pasaba (pero no lo hizo)”.
¿Cambios de ropa?
“Tenía 4 camisetas, 2 shorts y 1 chaqueta ligera. Cada 12 horas me cambiaba los calcetines y el calzado. Por lo general, si quería cambiarme, se lo decía a Kevin (mi marido) con una antelación de una o dos vueltas, para que pudiera preparármelo todo. El tiempo entre vueltas era muy breve y no quería que el sonido de la campana para la siguiente me pillara cambiándome de ropa”.
¿Te sentiste alejada del mundo haciendo esto durante 3 días?
“Me encanta correr por muchas razones. Una de ellas es, sin duda, lo agradable que resulta desconectar y bajar el ritmo. En el día a día es fácil agobiarte pensando en que tienes que consultar el correo continuamente, pero cuando estás ahí fuera corriendo te das cuenta de que no pasa nada si no lo haces. Me sentí muy bien al alejarme de la tecnología unos cuantos días y, cuando volví, nada había cambiado demasiado”.
¿La vuelta más rápida? ¿La más lenta? ¿La vez que hayas estado más cerca de no terminar una vuelta a tiempo?
“La más rápida: 44:03; la más lenta: 55:13; la media: 50:11. No estuve cerca en ninguna ocasión de pensar que no acabaría la vuelta ni que me incorporaría después de que sonara la campana”.
¿Alguna caída?
“¡Por supuesto! Me caí en una vuelta de trail en una zona de césped. Había pequeñas raíces por todo el terreno y se me enganchó el pie en una. Por suerte, el césped era muy suave. Recuerdo pensar que me apetecía tumbarme allí un poco y relajarme, ¡pero no había tiempo para eso!”.
¿Tu marido acabó con las manos irritadas por los masajes durante la carrera? ¿Cuánto tiempo durmió durante el tiempo que duró?
“Kevin no me hizo masajes, pero sí que se privó de muchas horas de sueño. Podía dormir siestas cortas de unos 30 o 40 minutos durante mis vueltas nocturnas. Su total de horas de sueño seguramente rondó las 8 horas en 3 días”.
